viernes, 4 de noviembre de 2011

Relato: Las Brujas Asesinas.


Como este mes hemos tenido la fiesta de Halloween aquí traemos otro relato de miedo, escrito por Eva C, y Soraya E. Muchas gracias por la aportación y por leerlo en la fiesta que hicimos, espero que os guste.


LAS BRUJAS ASESINAS
Hace tiempo en un lugar no muy lejano ocurrieron extraños sucesos que se quedaron olvidados hasta el día de hoy. Ana vivía con su familia en una casa que estaba a las afueras del pueblo, no tenía madre y su padre se volvió a casar, con la que ella consideraba una bruja. Su padre no la creía y Ana procuraba no estar en su casa cuando ella estaba.
Un día que Ana estaba sola empezó a oír ruidos extraños en el sótano. Se acercó y vio como su madrastra estaba moviendo algo en un caldero.
-          ¡Ojos de sapo, veneno de serpiente, ancas de araña! Un poquito de sangre humana jajajaja
-          ¡No por favor!- oyó Ana. Era una voz de un chico – Déjame prometo no decir nada y no revelar tu secreto.
-          ¿Crees que soy una bruja tonta? Necesito tu sangre para estar bella y hermosa así que no te dejaré hasta que tu última gota sea mía.
Y con un cuchillo rebanó el pescuezo al muchacho. Ana se asusto y salió corriendo, se encerró en su cuarto. No sabía qué hacer. La policía no la creería nunca, su padre estaba convencido que ella se lo inventaba y apenas tenía amigas para contarles su secreto. De pronto llamaron a la puerta.
-         ¡ Ah! Hola hermanas, pasar, pasar, estamos solas en casa, podéis quitaros las mascaras y poneros mas cómodas.
Aparecieron tres brujas horrendas que sacaron de sus túnicas unas varitas mágicas que se convirtieron en cuchillos.
-          Hoy es el gran día. El momento de nuestra ascensión ha llegado.
-          Ya iba siendo hora, esta noche todos los chicos vendrán a nosotras y conseguiremos toda la sangre que necesitamos jajajaja.
-          Sí, pero recordar que ha desaparecido la estrella polar que teníamos en nuestro poder y en las manos adecuadas pueden acabar matándonos.
-          Bueno no te preocupes, seguro que no lo encuentran, además nadie sospecha de nosotras, hemos estado ocultas durante mucho tiempo.
Ana estaba pendiente de todo lo que decían. La estrella polar ¿no era el colgante que encontró en la habitación? Miro en su joyero y la estrella empezó a brillar fuertemente. Abajo las brujas estaban ya preparadas para llevar acabó el ritual. Sentadas en círculo proclamaron su hechizo:
-          Luna llena, cielo ensangrentado, suelo envenenado, haz que esta noche todos los humanos varones por nosotras sean hipnotizados. Que vayan entrando en la casa y caigan desmayados para después ser degollados.
Mientras tanto Ana miraba por el ordenador la historia de la estrella polar y que tendría que hacer para acabar con las brujas, pero no encontraba nada. Por la ventana entró una gata blanca que fue directa a los regazos de Ana. Está la acarició.
-          Por lo menos estaré acompañada si este colgante no surte efecto.
La gata tocó el teclado con una de sus patas y apareció lo que Ana estaba buscando. Para que el colgante surtiera efecto tendría que decir un hechizo para transformar la estrella en una espada mágica y mortal que la tendría que usar un hada.
Ana se empezó a preocupar por todo el asunto y se asomó a la ventana para que la diera un poco el aire, entonces vio como varios hombres andaban como zombis en dirección a su casa, uno de ellos era su padre. Tenía que hacer algo antes de que le mataran, pero no sabía muy bien qué hacer. La gata se escapo de su regazo y se acercó a la estrella polar. Al acercar el collar que llevaba puesto con la estrella se transformó en una bella mujer. Ana se asusto y pegó un grito.
-          Shssssssssst no grites Ana, que si no nos descubrirán. Soy un hada y vengo a ayudarte. He visto el reflejo de la estrella y he venido para salvarte a ti y a tu padre, pero creo que vamos a tener más trabajo.
Abajo las brujas oyeron el ruido que Ana izo en la habitación:
-          ¿No habías dicho que estábamos solas? – dijo una bruja a la madrastra.
-          Seguro que es Ana, mi hijastra, estará en su habitación, deberíamos matarla.
Una de las brujas fue a buscarla, pero Ana se escondió con el hada en el armario de la habitación y el hada convirtió la puerta del armario en una pared para que la bruja no la viera. La bruja entro y no vio a nadie; vio la ventana abierta y pensó que había huido por ella.
-          ¡Se ha escapado! ¡se ha escapado!- grito mientras bajaba por la escalera.
-          Bueno de momento dejarla, en cuanto matemos a estos la cogeremos.
Y cogiendo sus cuchillos empezaron a matar a los primeros hombres que habían entrado. Ana y el hada salieron del armario, Ana miró por la ventana.
-          Mi padre está afuera aun, pero no tenemos mucho tiempo. Hemos de decir el hechizo para que la estrella se convierta en espada.
El hada dejó la estrella en suelo agarró a Ana de las manos y empezó el hechizo:
-          Luna llena, luna hermosa, haz que tu luz de vida a esta cosa. Que la estrella polar se transforme en espada maravillosa.
Y en un abrir y cerrar de ojos la estrella se transformo en espada.
-          Ha llegado el momento de comenzar la batalla.
-          Date prisa, mi padre acaba de entrar, no quiero que le pase nada.
Bajaron corriendo por las escaleras y se encontraron a las brujas degollando a los hombres. Estaban a punto de hacerlo con el padre de Ana cuando:
-          ¡ NO! – grito Ana.
El hada cogió la espada polar y atravesó a las dos brujas que estaban con el padre.
-          Volvemos a vernos – dijo el hada.
-          ¡Imposible! – Dijo la madrastra – Te transformamos en gata.
-        Si, pero el collar que tenia y la estrella polar me han vuelto a transformar. Prepárate para la derrota.

La bruja subió a la escoba con su cuchillo y el hada salió volando a por ella, después de una dura batalla el hada hizo que la bruja callese de ella, y con un golpe de la espada atravesó el cuerpo de la bruja. En ese momento los hombres que estaban bajo el hechizo de las brujas se despertaron.

El padre de Ana despertó, vio lo ocurrido y su hija le contó todo lo que había pasado.
-          Su hija es muy valiente – le dijo el hada- gracias a ella el planeta se ha salvado.
El padre dijo a Ana:
-          Lo siento Ana, debí haberte creído antes.
Ana y su padre se fundieron en un fuerte abrazo. Hoy en día Ana esta mucho más contenta, tiene más amigos y vive en otra ciudad con su padre. Pero en la casa que ocurrieron los hechos aun hoy se oyen los gritos de los hombres asesinados que buscan desconsoladamente a la única bruja que sobrevivió. Puede que hoy este entre nosotros. ¿Eres tú? O acaso ¿tu?











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